Debería doler, pequeña. Estar conmigo siempre dolerá.
No lo conozco, nunca he hablado con él y nunca lo he visto.
Es un hombre cubierto de patrones de tinta, provisto de nudillos llenos de cicatrices y dotado de una obsesión egoísta.
Una mirada y soy suya; soy su víctima favorita.
No debería tener estos complicados sentimientos en el estómago cuando estoy cerca de él, pero su presencia ha demostrado ser un veneno, demasiado tarde para detener la propagación de la sumisión compulsiva que me ordena.
‘John Doe’ es su identidad; él no es nada, pero lo es todo al mismo tiempo.
ADVERTENCIA: Este libro contiene material sensible que puede ser desencadenante para algunos, se recomienda la discreción del lector. Manipulación emocional, síndrome de Estocolmo y violencia gráfica.