Rosco es un médico de urgencias con una hija que depende de él. Entre su carrera y su familia, tiene poco tiempo para cualquier tipo de vida personal. Pero se encuentra coqueteando con uno de los paramédicos de la ambulancia y, para su sorpresa, recibe un coqueteo de vuelta.
Miguel se sorprende de que el apuesto doctor sepa siquiera quién es. Su propia vida es un poco aburrida, pero hacer ojitos al Doc y obtener una respuesta recarga sus días. Después de lesionarse en el trabajo, Miguel comprueba de primera mano el increíble trato profesional del Doc Rosco, por no hablar del resto de su persona.
Cuando los dos hombres empiezan a explorar tímidamente la atracción que se ha ido gestando durante meses, el jefe de medicina se opone a su incipiente relación. La presión aumenta y los dos hombres deben tomar decisiones sobre sus vidas, sus trabajos y la única cosa que podría hacerlos felices... el uno al otro.