#1
Ha pasado años como cazador, pero ahora él es el que está atrapado en la trampa de una criatura.
Ketahn no quería pareja, el destino tiene un plan diferente para él. Cuando la reina que desprecia declara su intención de reclamarlo, huye a la jungla.
Lo que encuentra allí cambia su mundo.
Pequeña, delicada y de piel pálida, Ivy Foster no se parece en nada a las hembras que Ketahn ha conocido. Ella no es de su clase en absoluto. Sin embargo, en el momento en que la ve, conoce la verdad en su alma: ella es el hilo de su corazón.
Y ahora que la tiene, no dejará que nada se la lleve. Ni la jungla, ni los dioses, ni la reina y sus guerreros.
Ya sea que Ivy esté de acuerdo o no, sus redes están enlazadas y nadie cortará jamás esos hilos.
#2
Él la conquistó, pero él es el encantado.
Ketahn no había querido pareja. El destino le dio a Ivy Foster.
Ahora, no quiere nada más que disfrutar de su pequeña ser humana.
Pero el destino no se contenta con simplificar las cosas.
Con una Reina enfurecida buscándolo, Ketahn sabe que El Laberinto no es seguro para su pareja, necesitan irse. Sin embargo, Ivy no abandonará a su pueblo y él no puede condenar su compasión. Cuando despiertan a los otros humanos de sus sueños de criogenización, Ketahn ahora tiene más bocas que alimentar y las hebras de su telaraña están en peligro de romperse.
Para mantener a Ivy y su gente a salvo, debe aplacar a la Reina que lo caza. Debe aventurarse en los dominios de Zurvashi y enfrentar su ira y su deseo.
La fuerza de su corazón, su vínculo con Ivy, se pondrá a prueba. Ketahn se niega a permitir que ese hilo se rompa incluso si debe cortar todo el resto.
#3
Ketahn protegerá a su compañera a toda costa.
La reina Zurvashi no descansará hasta que todo lo que le importa a Ketahn desaparezca y él le pertenezca.
Su dulce y compasiva Ivy, su hermana, sus amigos, su nueva tribu de humanos, todos están en peligro. Teme que ningún lugar esté lo suficientemente lejos para escapar de la ira de la reina.
Pero Ketahn verá arder toda la jungla antes de permitir que su pareja sufra algún daño. Incluso si debe enfrentarse a Zurvashi y su ejército, incluso si debe enfrentarse a todas las bestias de El Laberinto, incluso si debe desafiar a los mismos dioses, no entregará a su hembra.
Ketahn e Ivy están atados, y ninguna fuerza en el universo cortará los hilos que los conectan.